La esposa del taxista Alfredo Jara González, asesinado en Curuguaty, fue detenida este lunes como supuesta mandante del crimen. El comisario Hugo Grance, jefe de Investigación de Canindeyú, explicó los detalles de la investigación que llevó a la captura del autor material y al señalamiento de la mujer como la responsable intelectual.
El hecho ocurrió el 17 de octubre, cuando Jara fue asesinado a balazos en la Asociación de Taxistas de Curuguaty. Según el comisario Grance, el trabajo de seguimiento de la posible ruta de escape permitió llegar al lugar de donde salió el supuesto autor, un residente de la ciudad de Curuguaty que fue reconocido por varios testigos.
El sospechoso fue identificado como Juan Carlos Benítez, quien fue detenido el pasado 8 de noviembre en la ciudad de Coronel Oviedo. En su declaración, Benítez aportó datos importantes que apuntaron a otra persona como el contratante del crimen, a pedido supuestamente de María Liliana Velázquez, la esposa de la víctima.
“Hubo una reunión previa al evento en un lugar mencionado por él mismo ya en compañía del contratante y posteriormente ya con la esposa, según refiere el detenido”, afirmó el comisario. El supuesto contratante fue identificado como Rubén Rodas Portillo, un exrecluso que conoció a Benítez en la penitenciaría. Rodas Portillo se encuentra prófugo y con órdenes de captura.
El comisario Grance indicó que se encontraron elementos que vinculan a Rodas Portillo con la esposa de la víctima. La mujer fue citada al Ministerio Público, donde el fiscal ordenó su detención por inconsistencias en su versión. “Tenemos elementos a ser peritados a fin de potenciar la hipótesis de que la señora fue la mandante de este homicidio”, sostuvo.
Según el detenido, el crimen se tendría que hacer por 25 millones de guaraníes, de los cuales se entregó una primera parte de 10 millones, además de un celular y el arma utilizada, que fue recuperada por la policía. El comisario Grance manifestó que se tienen elementos suficientes para demostrar la autoría material, el contratante y el autor moral del homicidio.