La Policía logró capturar a Julio César Resquín López, uno de los cabecillas de la banda de asaltantes y violadores que sembró el terror en la Colonia Yguazú, luego de que fuera herido de bala en una barrera policial el domingo por la noche. Resquín López fue trasladado a un hospital privado, donde falleció el miércoles a causa de sus lesiones.
Según informó Paola Horita, abogada de la comisión de la Colonia Yguazú, junto al delincuente se encontraban su hermana, su pareja y la pareja de su hermano, también prófugo, quienes quedaron detenidas. Horita explicó que la banda era “como un clan familiar” que actuaba “con muchísima sedicia” y que tenía antecedentes de asesinato, extorsión, narcotráfico y violación.
La abogada relató que las víctimas sufrieron “testimonios desgarradores” de lo que los criminales hacían, como grabar los abusos y luego extorsionarlos para que no divulgaran los videos. También contó que en una ocasión, los asaltantes mataron a un hombre de un disparo y que abusaron de las víctimas frente a sus nietos, rompiendo y pisando las fotografías familiares. “Hay una familia que no tiene ni una foto más de su familiar, imagínense perder fotografías de 40 años de memoria”, dijo.
La abogada también advirtió que la banda no está aún desarticulada, ya que hay muchas personas involucradas y que además de ser asesinos, violadores y extorsionadores, eran narcotraficantes. “En la casa de la pareja de Julio Resquín, en el allanamiento que se hizo, encontraron crack. Y eso es lo peor, porque iban a transformar Crackolandia esta ciudad”, afirmó.
Sobre el rol de Julio Resquín en la organización, Horita indicó que era uno de los líderes y que era el que comandaba los asaltos, ordenando las casas a asaltar y las violaciones a realizar. “Varias de las víctimas lo reconocían como el que estaba dando órdenes, el que decía cuándo se iban a cargar las cosas, el que decía cuándo se iba a violar, el que decía ahora no, más tarde, el que daba todas las órdenes”, señaló.
