El Fiscal General del Estado, Emiliano Rolón, habló sobre la separación de los fiscales Alto Cantero y Giovanni Grisetti de la causa que pesa contra el expresidente Mario Abdo Benítez y otros miembros de su gobierno, tras la denuncia de Horacio Cartes por supuesta filtración de información confidencial.
Rolón enfatizó la importancia de permitir que las instituciones internas realicen su trabajo de manera autónoma. “Hay que dejar que las instituciones internas actúen”, afirmó, destacando que posee “informaciones técnicas muy importantes” que requieren un entendimiento especializado en tecnología.
Con respecto a las investigaciones en curso, Rolón aseguró ser “el primer interesado en que se investigue estos casos”, subrayando que el sumario representa el primer estándar informativo. Además, mencionó la existencia de “dos chats que recorren de un expresidente con una periodista”, los cuales también están sujetos a investigación.
El Fiscal General señaló que la Inspectoría General tiene la autoridad para requisar los teléfonos, aunque no pudo confirmar si ya se había llevado a cabo dicha acción. “La Inspectoría General desde ayer tiene el caso, ayer pasaron mil cosas, no puedo estar al tanto de cada suceso, seguro en el transcurso de la mañana lo sabré. Eventualmente, la Inspectoría hace una recomendación y va al Tribunal de Disciplina si el caso así lo amerita”, explicó, pidiendo espacio para trabajar sin presiones externas.
Rolón comentó sobre la relación entre los medios y la Fiscalía, indicando que a menudo se presentan “informaciones rimbombantes” que son meros indicios y requieren “un respaldo de acreditación suficiente”. Aseguró que la institución que dirige se manejará de manera interna y solicitó que se le permita tomar las decisiones pertinentes.
Finalmente, abordó la complejidad de los casos en cuestión, como los relacionados con el expresidente Cartes, señalando que “tiene varias aristas complejas y genera diversos tipos penales”. Reafirmó su compromiso con la responsabilidad de la Fiscalía, aunque reconoció que a menudo se culpa a la institución, posiblemente “porque damos la cara siempre”.