El director de la ONG reAcción, David Riveros, expresó su opinión sobre el proyecto de ley hambre cero en escuelas, presentado por el presidente Santiago Peña, y señaló los problemas que persisten en el sistema de alimentación escolar. Afirmó que el proyecto de ley hambre cero en escuelas no ofrece ninguna certeza de que vaya a cambiar la situación actual.
Riveros consideró que el proyecto es “muy interesante” desde un punto de vista técnico, pero que no resuelve los desafíos que implica la gestión y el control de los recursos del FONACIDE, el fondo que financia el programa de almuerzo escolar.
Según Riveros, el proyecto identifica cuatro problemas principales: la falta de focalización y priorización, la deficiente ejecución de los municipios, la carencia de regulación y controles, y la ausencia de participación.
Sin embargo, el director de la ONG cuestionó que el proyecto no tenga en cuenta el rol del Ministerio de Educación y de Contrataciones Públicas en el proceso de compra y distribución de los alimentos.
Asimismo, criticó la propuesta de centralizar los recursos en las gobernaciones, argumentando que eso no garantiza una mayor eficiencia ni transparencia, sino que genera más dificultades para el monitoreo y la fiscalización.
Riveros manifestó su preocupación por la participación ciudadana, que consideró clave para el éxito del programa. “Si le pones a la gobernación, el costo o la fricción para que la ciudadanía participe de los consejos departamentales o de la gobernación es mucho más alto”, sostuvo.