Las grabaciones, que ambos legisladores negaron como propias, contienen fuertes acusaciones sobre supuestas repartijas de dinero, pedidos indebidos de favores y negociaciones vinculadas a la donación de ocho millones de dólares realizada por la República de China (Taiwán) para refacciones en el Senado.
Filizzola calificó los hechos como “de extrema gravedad” y advirtió que, de confirmarse la autenticidad de las conversaciones, podrían constituir “conductas delictivas”. El senador sostuvo que “acá se está hablando de pedidos indebidos de favores, inclusive esta cuestión de Itaipú”, lo que, según sus palabras, “compromete la confianza misma en el Congreso de la República”.
El legislador exigió una investigación “transparente y a fondo” para esclarecer lo ocurrido. “Lo que corresponde acá es hacer una investigación, y en caso que se comprueben los hechos, actuar con todo el rigor de la ley”, afirmó. Filizzola consideró que los hechos señalados en los audios “son relativamente fáciles de comprobar con un poco de cooperación con datos obrantes en recursos humanos del Senado y con datos de Itaipú”.
En caso de confirmarse las acusaciones, el senador planteó que “corresponde la pérdida de investidura y una causa penal”. También mencionó la posibilidad de iniciar un proceso judicial contra los involucrados. “La comprobación puede llevar a eso, obviamente”, expresó.
Reconoció que las prácticas mencionadas en los audios forman parte de lo que muchos llaman “un secreto a voces”. “Es un tema que se habla desde el inicio de la democracia”, lamentó. Sin embargo, aclaró que “son muy difíciles de comprobar” y que, aunque algunos exlegisladores hablaron abiertamente sobre ofrecimientos en legislaturas anteriores, “nunca se han llevado a comprobar”.
El senador subrayó que lo más grave del contenido filtrado fue la mención de “dádivas concretas”. “Pedí esto, pedí aquello, tengo esto en tal lado”, ejemplificó. Para Filizzola, estas expresiones revelaron “conductas que no corresponden” y que “son conductas penadas”.
