La presidenta de la Sociedad Paraguaya de Pediatría, doctora Julia Acuña, explicó que muchos de estos casos tienen origen en posturas de sueño incorrectas y en malentendidos sobre los mecanismos de defensa neurológica de los lactantes.
La bebé fue llevada por sus padres, en estado crítico, primero a una Unidad de Salud Familiar y luego a la Compañía K-13 de Bomberos Voluntarios en San Antonio. Un bombero voluntario aplicó de inmediato la maniobra correcta de emergencia: colocó a la lactante boca abajo sobre su antebrazo y le dio palmadas secas en la espalda, logrando que recuperara la respiración. El procedimiento fue registrado en video y ampliamente compartido como una acción ejemplar.
La doctora Acuña señaló que uno de los principales factores de riesgo en casos de muerte súbita o asfixia neonatal es la posición de sueño boca abajo. “Lo que pasa es que la muerte súbita se produce más en bebés que duermen boca abajo, porque no tienen capacidad de defenderse si regurgitan. El bebé que duerme boca arriba tiene una mejor capacidad neurológica para protegerse”, explicó.
Desacreditó el mito según el cual un lactante dormido boca arriba corre mayor riesgo de atragantarse con leche. “El bebé sano neurológicamente puede salvarse de una regurgitación. Es un mito que dormido boca arriba se atraganta con mayor facilidad”, advirtió.
Aclaró que la broncoaspiración se produce cuando el bebé no tiene la capacidad neurológica para cerrar la laringe en el momento en que parte del alimento se dirige hacia el tracto respiratorio. “La leche va en grandes cantidades a la laringe y puede llegar a los pulmones, lo que genera el episodio de asfixia”, explicó.
Indicó que los bebés pueden experimentar una pequeña “pasada” de leche a las vías aéreas durante la lactancia, lo cual no representa un problema grave. “Eso incluso sirve para que pasen anticuerpos maternos a la zona respiratoria, fortaleciendo su defensa natural contra infecciones”, añadió.
La doctora también diferenció las características de la leche materna respecto a las fórmulas artificiales. Recordó que la leche materna tiene una textura suave y se adapta mejor al sistema digestivo de los recién nacidos, lo cual reduce el riesgo de episodios como el atragantamiento o la regurgitación excesiva.
