El especialista señaló que desde hace semanas los enfermos permanecieron sin leche y que las comidas ofrecidas no fueron adecuadas para personas que enfrentan tratamientos complejos. Morínigo afirmó que la situación reflejó una iniquidad social y un sistema de salud fallido, y pidió que se garantice una alimentación digna para los más vulnerables.
Morínigo explicó que la denuncia buscó visibilizar una realidad que se arrastró desde hace meses. “El fin de esto era que vean la realidad que están haciendo indiferentes. Están mirando al costado una realidad que existe”, expresó. El médico relató que los pacientes recibieron comidas insuficientes. “No le podemos llevar cocido negro, sin una pera, sin un coquito, sin una galleta, con una pizca de leche, que tome cuatro pastillas a la mañana, que le destroza el estómago”, afirmó. Morínigo aseguró que la falta de leche se prolongó por más de una semana. “Esto viene ya en forma irregular de meses, y ahora hace más de una semana sin leche”, denunció.
El neumólogo subrayó que la situación afectó directamente a pacientes con enfermedades graves. “Acá es el paciente y ese pobre prójimo que viene acá, que por lo menos acá recibe cuatro o cinco comidas al día, que no sabe que en su casa no come. Tenemos tuberculosis, la enfermedad más antigua de la humanidad, que es socialmente el reflejo de la vulnerabilidad, el hacinamiento y la falta de recursos”, explicó. Morínigo sostuvo que la alimentación deficiente representó una injusticia. “Yo no estoy de acuerdo con la iniquidad. Esto trae cola, tiene que traer cola para beneficio del paciente. El resto no me importa, a mí no me interesa”, afirmó.
Cuestionó que en algunos hospitales se ofrecieran comidas de calidad mientras que en el INERAM se entregaron raciones mínimas. “En algunos hospitales se come como si fuera un bufete de churaquería brasilera. Está mal, de donde les mires está mal. Entonces, alguien tiene que decir, y si ese alguien que dice tiene una consecuencia y es para bien, bienvenido sea”, señaló. Morínigo insistió en que la denuncia buscó provocar un cambio. “Yo me remito a la realidad, yo no voy a mentir, es mi forma de ser. Ya no aguanté más y ya dije lo que tenía que decir, porque hace rato vengo viendo y me callo. Pero ya no se puede, no es justo”, expresó.
El médico apeló directamente a la ministra de Salud, María Teresa Barán, para que intervenga. “La señora ministra María Teresa, yo la conozco, yo sé cómo es. Mira esto, vas a solucionar, y ese no mandó a decir, que solucione y punto, porque no podemos seguir así”, afirmó. Morínigo recordó que ya había comunicado al ministerio sobre la problemática. “Yo ya vengo diciendo hace rato, me he comunicado al ministerio a decirle que estamos pasando este problema. Si ahora estamos así, fin de año vamos a tener más”, advirtió.
