Zuccolillo explicó que la actualización de tarifas avanzó con la creación de la mesa técnica. “Se creó la mesa de la tarifa técnica, se están dando actualizaciones, quizás no al ritmo que algunos esperan, pero definitivamente hay un avance importante”. El empresario señaló que antes de esa instancia técnica, no existía ningún mecanismo de revisión, y sin embargo en aquel momento “no había ninguna queja de esta gente”.
El empresario se refirió al subsidio y a la crítica por falta de garantías: “Es cierto, en la ley no se garantiza el sondeo del subsidio”, reconoció, pero sostuvo que esa situación permaneció sin cambios materiales desde hace tiempo: “Todos los meses uno presenta sus costos, sus ingresos y en función a eso se determina la tarifa técnica y el resultante subsidio”.
Zuccolillo destacó un aspecto clave de la nueva ley de reforma: la reorganización del transporte bajo un sistema tronco-alimentador. Resaltó que la normativa propuso un modelo más integrado y eficaz: “Se pretende hacer una reforma del sistema con una visión de generar corredores alimentadores, tronco alimentadores”. Añadió que la intención es que los pasajeros viajen con una única tarifa que los lleve a su destino sin necesidad de abordar múltiples buses, situación que actualmente “desincentiva económicamente a usar el transporte público”.
Anticipó que esta transformación estructural implicaría la consolidación de las compañías: “Van a terminar habiendo cinco o seis grandes empresas en el sistema”, sostuvo. Según su visión, la resistencia proviene de sectores que no pueden adaptarse a una economía de escala, especialmente “empresas pequeñas que no tienen forma de poder administrarse profesionalmente”.
Zuccolillo aseguró que las amenazas de paro se repitieron cada año con los mismos actores: “Todos los años vivimos las mismas amenazas, es la misma gente”. Rechazó la idea de que el Estado se atrasara con los pagos, pero consideró que detrás de ese argumento hay otros intereses: “Veo otras cosas relacionadas en este tipo de amenazas que no necesariamente corresponden a los reclamos que dicen tener”.
Agregó que algunos exigieron mantener sus itinerarios sin licitación ni rediseño del sistema y apelaron a “un supuesto derecho adquirido”, que según él no tenía sustento legal. Para Zuccolillo, el fondo de la disputa se centró en la oposición al cambio, en la negativa a transparentar ingresos y tarifas, y en el intento de retener un modelo obsoleto.
