Ramón Silva, docente, comunicador y promotor del idioma guaraní, atraviesa una delicada situación de salud y económica que lo obligó a hacer pública su historia. El educador reveló que enfrenta un diagnóstico complejo que incluye un tumor en crecimiento y una insuficiencia cardíaca severa, lo que dificulta su tratamiento oncológico.
“Tengo problemas del corazón, hace un mes me apareció arritmia. Perdí la voz y por suerte la volví a recuperarla. Después de cinco años me apareció un tumor”, relató. Explicó que el tumor alcanzó los siete centímetros y que su rostro comenzó a inflamarse, lo que le impidió dormir por el dolor. “El tumor sigue creciendo, ya llegó a siete centímetros. Se va inflamando la cara y no puedo dormir del dolor”, expresó.
Silva explicó que los médicos le propusieron una cirugía para extirpar el tumor, pero su estado cardíaco impidió avanzar con el procedimiento. “Con una cirugía podré extirpar el tumor, pero encontraron que el corazón solamente pasa el 21% de sangre y para la cirugía debe ser el 50%”, detalló. Los cardiólogos temen que su cuerpo no resista el tratamiento inicial. “Los cardiólogos temen que con el primer goteo no aguante y me dé un infarto”, advirtió.
El docente iniciará este jueves una quimioterapia especial, adaptada a su condición. “Este jueves a las siete de la mañana empieza la quimioterapia”, anunció. Silva agradeció el apoyo recibido por parte de colegas, amigos y personas solidarias. “Agradezco por el apoyo, estoy en deuda”, dijo.
Silva también compartió detalles sobre los costos del tratamiento. “Medicamentos carísimos, son casi 70 millones de guaraníes cada 21 días”, explicó. El tratamiento completo contempla cuatro ciclos, lo que representa un total cercano a los 280 millones de guaraníes. “Son cuatro veces, entonces multiplica ese monto por cuatro. Son como tres meses en que irá el remedio por mi cuerpo. Eso me cubre el IPS”, aclaró.
El docente relató que su situación se complicó cuando sufrió una infección durante una participación en un programa de televisión. “Me dijeron que me tenía que internar, porque estaba infectado, justo me dio cuando estaba en un programa de televisión, mis compañeros se daban cuenta como suturaba como un susu’a”, recordó.
Aunque contaba con seguro médico, descubrió que no cubría los tratamientos oncológicos. “Respeto eso, no lo sabía. No podía salir del sanatorio privado porque no podían sacarme los remedios y en cinco semanas pudieron detener la infección”, explicó.
Silva pidió ayuda al Instituto de Previsión Social, que finalmente asumió la cobertura del tratamiento. “Yo pedí socorro, IPS comenzó a cubrir todo y me voy a allí pasado mañana (jueves). La quimioterapia convencional no aguantaré, entonces, me haré la que es tipo goteo”, indicó.
A pesar de las dificultades, el docente mantiene una actitud positiva. “Tengo una mente positiva, sé que volveré. Si regreso, cumpliré con todo lo que me han ayudado”, prometió. Silva aseguró que se alimenta solo con líquidos y que lucha cada día con esperanza. “Todo licuado estoy consumiendo. Tengo una mente positiva, no me entrego”, afirmó.
Comparó su lucha con una carrera de resistencia. “Siento que estoy en una maratón intensa, mucho tiempo hice ejercicio y siento que estoy así”, expresó. Silva dijo que su fe lo sostiene en este momento.
