El ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la sociedad en la crianza y el acompañamiento de los jóvenes, señalando una crisis de valores y una creciente fragmentación social. Lamentó la pérdida del contacto humano en favor de la interacción digital, afirmando que esta transformación ha debilitado los vínculos interpersonales. “Hemos reemplazado ese tiempo de estar físicamente por un tiempo de estar virtualmente”, expresó.
Comparó el pasado, cuando las personas se reunían en ocasiones especiales, con la actualidad, en la que los saludos virtuales han sustituido los encuentros reales. “Hoy se manda una tortita, tres lobos y ya está. No importa incluso quién sea, puede ser tu mamá, puede ser tu hermano, puede ser tu hermana, y con haberle mandado ‘feliz día’ y tres lobitos parece que ya cumplimos”, sostuvo.
Según el ministro, la convivencia es un aprendizaje que requiere gestión y esfuerzo, pero la virtualidad ha erosionado este proceso. “Cuando eso se hace por medios virtuales, digitales, se pierde al otro”, advirtió Ramírez. El individualismo ha desplazado la importancia del contacto real, lo que ha afectado la construcción de valores sólidos en la sociedad.
Ramírez alertó sobre la creciente fragilidad de las personas debido a la ausencia de valores profundos y duraderos. “Somos de valores muy efímeros, de situaciones muy efímeras, muy particulares, que tenemos satisfacciones pequeñas”, afirmó. Para el ministro, la sociedad ha cambiado la búsqueda de la felicidad por la gratificación inmediata. “Olvidamos la búsqueda de la felicidad para vivir la búsqueda de la satisfacción momentánea”, explicó.
Esta tendencia ha generado personas, conductas y relaciones frágiles, lo que, según el ministro, se traduce en una sociedad más vulnerable ante crisis como la violencia y la pérdida de empatía. Ramírez instó a preguntarse qué valores son realmente esenciales para preservar la humanidad. “Ante tanto cambio, ¿qué valor quiere preservar la sociedad? ¿Qué valor necesitamos preservar la humanidad?”, planteó.
Ramírez también se refirió a la creciente polarización en la sociedad, señalando que cada vez más personas evitan escuchar puntos de vista diferentes. “Hoy cuando va a dar la charla una persona, un filósofo, un sociólogo, que va a hablar de una corriente o que representa una corriente en la cual yo no creo, ya no voy, ya no participo”, sostuvo.
Para el ministro, esta actitud ha fracturado la sociedad, debilitando los valores comunitarios y sociales. “Lo que tenemos es una sociedad fragmentada, esto se dice también de la familia, y unos seres humanos individualistas y débiles en valores comunitarios y sociales”, lamentó.
Ramírez instó a la sociedad a reflexionar sobre la dirección que está tomando y a reforzar los valores fundamentales. En su opinión, la educación debe desempeñar un papel clave en este proceso, fomentando el pensamiento crítico, la convivencia y la construcción de vínculos sólidos.
El ministro reiteró que el problema no se soluciona con medidas superficiales, sino con un compromiso profundo de rescatar los valores esenciales que hacen a la humanidad. “No se trata de decir ‘volvamos a hacer tres o cuatro cosas’. Se trata de preguntarnos qué valor necesita preservar la humanidad”, remarcó.
