María Graciela Sánchez, escritora y activista cultural, fue atropellada junto a su hija Cynthia por agentes del Grupo Lince durante la represión policial registrada el domingo por la noche en el microcentro de Asunción, tras la movilización convocada por la Generación Z. El hecho ocurrió en la calle Azara, cuando ambas se retiraban pacíficamente del lugar. La motocicleta policial las embistió sin previo aviso, provocando lesiones graves.
“Estoy con muletas, cortes y golpes. Felizmente no sufrí fracturas, pero ahora mismo me impide moverme”, relató Sánchez desde su domicilio, donde permanece en reposo. Su hija, Cynthia Sánchez, de 24 años, fue trasladada al Hospital de Trauma con fracturas en el tobillo y el peroné. “Mi hija tiene fracturas en el tobillo y peroné, se tiene que operar”, confirmó.
La víctima aseguró que no hubo provocación alguna por parte de los manifestantes. “No sé con qué piedra se le pudo desestabilizar, no entiendo, si están cubiertos de pies a cabeza”, expresó en referencia a la versión oficial que alegó que un agente del Grupo Lince perdió el control de su motocicleta tras recibir un impacto. Sánchez desmintió esa hipótesis y sostuvo que el atropello fue intencional.
“En el cordón me senté a llorar porque me acordé de la época stronista, yo viví esa época. Lo triste es que nos atropellaron y no se hicieron cargo”, lamentó. La escritora comparó el operativo con las prácticas represivas del régimen dictatorial y denunció que el Estado no asumió ninguna responsabilidad por lo ocurrido. “Ahora tenemos que cuidar si queremos hacer una represalia. Nunca hemos hecho nada, nos lastimaron y somos personas de bien”, agregó.
La Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) emitió un comunicado en el que calificó el hecho como una “criminal agresión” y exigió al Gobierno Nacional un resarcimiento moral y material para las víctimas. La organización sostuvo que los agentes actuaron con “demencial actitud” y que sabían perfectamente que no enfrentaban a una turba violenta, sino a dos mujeres indefensas.
El video del atropello se viralizó en redes sociales y generó indignación entre organizaciones civiles, gremios culturales y defensores de derechos humanos. La agrupación Escritoras Paraguayas Asociadas también repudió el hecho y expresó su solidaridad con Sánchez y su hija. El comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, alegó que se trató de un accidente, pero no presentó pruebas concluyentes sobre la supuesta agresión previa al agente.
