El operativo incluyó allanamientos múltiples, con la incautación de más de 3.600 dosis de drogas, armas de fuego, proyectiles, dinero en efectivo y balanzas de precisión. La investigación apuntó a una estructura con más de 2.000 colaboradores y alcance territorial en al menos 40 barrios de la capital y zonas aledañas.
El ministro de la Senad, Jalil Rachid, destacó el trabajo realizado por la Dirección de Operaciones Urbanas de la institución, junto a la Fiscal Antidroga Pamela Pérez, y aseguró que el caso fue resultado de una investigación meticulosa y sostenida durante meses.
“Quiero destacar el trabajo que realizó la Dirección de Operaciones Urbanas, en este caso de la Senad, en coordinación con la Fiscal Pamela Pérez. Fue de las investigaciones que se tienen que desarrollar como se deben desarrollar”, expresó.
Rachid detalló que la estructura delictiva encabezada por Morínigo utilizó su posición como referente de la barra brava para expandir la red de distribución, conectándose con otras barras, incluso de clubes contrarios, en lo que definió como una estrategia puramente comercial sin vínculo ideológico o deportivo.
“Ahí está la pauta de que no importa el color o el club, acá la cuestión era el negocio”, afirmó.
Según el ministro, Morínigo operó como cabeza visible del grupo y se encargaba directamente de la copia y distribución de la droga, manejando un sistema que representó entre el 40 y 50% del microtráfico en Asunción y Gran Asunción.
“Estamos hablando de una persona que manejaba una estructura gigantesca acá en Asunción y Gran Asunción, de 40 barrios aproximadamente de distribución. Eso es muchísimo”, declaró.
La Senad identificó puntos de venta y distribución en barrios como Roberto L. Petit, Republicano, Tacumbú, San Vicente y Barrio Obrero, entre otros sectores altamente poblados. Según Rachid, el esquema criminal se valió de informalidad territorial y vínculos barriales para consolidar presencia, y empleó a una red de más de 2.000 personas, muchas de ellas jóvenes en situación de vulnerabilidad.
“Una persona que era dirigente de barra brava hoy dio forma a una estructura importantísima en este esquema”, afirmó. El ministro aseguró que la investigación aún continúa, y que podrían existir vínculos con otras células criminales en el país y la región.
Rachid explicó que el caso se desarrolló durante varios meses de recopilación de evidencia, y que el Ministerio Público y la Senad ya contaban con una estructura investigativa sólida, que permitió ejecutar el operativo con rapidez y precisión.
“Ya teníamos bien estructurado con el Ministerio Público el caso, bien armado. Esta persona ya estaba plenamente identificada desde hace un par de meses”, aseguró.
