Karen Leguizamón, de la Asociación de Importadores y Comerciantes Frutihortícola, aseguró este viernes que la suba de los precios del tomate y otras hortalizas se debe a la inestabilidad del tiempo, que impide que los productos estén en condiciones de ser vendidos.
Mencionó que en las próximas semanas quizás esto se normalice, pero actualmente los tomates, las papas y las cebollas no tienen la calidad para ser comercializadas.
“Hay producción local, pero no tienen color, no está todavía disponible para la comercialización. Los tomatero graban sus videos, que tienen muchos tomates, tomates verdes. Ahora está saliendo el sol. Si esto continúa así, probablemente haya, como dice el ministro, muchísima cantidad y calidad; pero en este momento no hay”.
Esto contradice la versión que dio el ministro de Agricultura y Ganadería Carlos Giménez, quien aseguró que existe una suba artificial y responsabilizó a los comerciantes. Afirmó que buscan presionar para que se libere la importación.
“Nosotros como comerciantes e importadores no estamos pidiendo que se libere ni se otorgue la importación. Esto se genera después de que la ciudadanía, consumidor final, se da cuenta de que está pagando un alto costo en las hortalizas básicas: papa, cebolla y tomate”.
“Los precios hablan por sí solos, subieron hasta tres veces más. El ministro sale y dice ‘los importadores están presionando para que se dé la importación’. No, nosotros no estamos presionando”.
“Yo compro para mi casa 1 kilo de tomate y a Dios gracias hoy puedo comprar si es a G. 20.000 o G. 17.000 el kilo. La papa y la cebolla, el G. 15.000 el kilo, a Dios gracias hoy todavía puedo comprar. Pero evidentemente el gobierno no se pone a pensar por todos aquellos paraguayos que ni sueldo mínimo alcanzan”.
Incluso, mencionó que la Asociación de Importadores y Comerciantes Frutihortícola alertó hace dos semanas al Ministerio de Agricultura y Ganadería de esta situación.
“Ellos (autoridades) sabían esto, porque yo misma presenté nota, y decía que el consumidor final iba a pagar la consecuencia”.
“Pedimos mesa de trabajo. Yo me comprometí en lo que es papa. Le dije al ministro ‘son cinco a seis productores nomás los que tienen papa, vamos a firmar un compromiso, nosotros vamos a comprar todo eso, pero dejanos ya traer cantidad, calidad y buen precio’. ‘No, no no’. Él mismo dice ante la prensa que hasta que se venda el último kilo, él no va a abrir (la importación), pero el contrabando pasa”.