Sirlene Acosta se encuentra embarazada de 33 semanas de una niña, a la que con su pareja, Édgar Armoa, pondrán el nombre de Candela. La familia se encuentra realizando una maratónica recaudación para que su hija pueda someterse a un cirugía que le salve la vida.
Candela fue diagnosticada con una cardiopatía bastante compleja llamada hipoplasia de corazón izquierdo, lo que significa que se formó solo la mitad de su corazón.