Los investigadores Lucas Boh y Nastasja Görzen presentaron un estudio que revela la relación entre la creación de nuevos municipios y el avance del crimen organizado en Paraguay.
“Lo que hicimos fue, a través de análisis de datos del Congreso, del TSJE, del INE, entrevistas y también un trabajo de campo, tratamos de explorar la relación que había entre la creación de nuevos municipios y el crimen organizado”, explicó Boh.
Señaló que “en los últimos 20 años se crearon 36 nuevos municipios en todo Paraguay, y casi la mitad, 16, se crearon en la zona roja, que son los departamentos de Amambay, Concepción y Canindeyú, la zona con mayor índice de crimen organizado y violencia general”. Recordó que Paraguay se posiciona como el cuarto país del mundo con mayor presencia del crimen organizado, principalmente por su producción de marihuana y su rol en el tránsito de cocaína.
Explicó que la creación de municipios funciona como una estrategia para fragmentar el territorio y facilitar el control político. “Para desarrollar las actividades criminales es importante tener el control territorial, y este control se consigue a través del control político. La manera más fácil de controlar el territorio es a través de un intendente”, afirmó.
Boh advirtió que “en 12 de los 16 nuevos municipios de la zona roja no se respetó el requerimiento de la Ley Orgánica Municipal que estipula que un nuevo municipio debe tener como mínimo 10.000 habitantes, o 5.000 para municipios creados antes del 2010”. Añadió que en estos distritos el promedio de votos necesarios para ser electo intendente fue de apenas 1.400, y que en algunos casos menos de 100 votos aseguraron un puesto de concejal.
El investigador destacó que la precariedad social de la región impulsó tanto la creación de municipios como la participación de la población en actividades ilícitas. “Esta situación de necesidad es la que lleva a esta gente a meterse en el negocio de la marihuana, porque es mucho más rentable que plantar mandioca, que muchas veces es a pérdida”, resaltó.