El exministro de Hacienda, César Barreto, analizó la situación fiscal del país y advirtió sobre los riesgos de manejar el gasto público evitando el pago de deudas para cumplir con la meta del déficit. Señaló que la coyuntura actual no fue comparable con la crisis del 2003, aunque reconoció problemas de coordinación en la implementación de programas sociales. “Creo que no estamos en la misma situación que en el 2003. Es una situación bastante diferente”, afirmó.
Explicó que los montos en cuestión resultaron relativamente pequeños frente al tamaño de la economía, aunque tuvieron gran impacto en sectores específicos. “Los montos de 200 millones de dólares me parecen muy poco para que haya este problema. Sé que es muy importante para el sector construcción porque dependen un 70-80% del Estado para obras públicas, pero para el conjunto me parece un pequeño problema como para que haya saltado hasta el nivel estratégico”, sostuvo.
Atribuyó las tensiones fiscales a la puesta en marcha de programas costosos sin financiamiento suficiente. “Lo que pasó es cómo se implementaron estos programas muy costosos en los últimos dos años, especialmente el programa Hambre Cero, que se preveía financiar con la compensación de Itaipú, pero terminó siendo muchísimo menos”, indicó. Recordó que el programa demandó cerca de 400 millones de dólares, mientras que las transferencias fueron de apenas 150 millones este año.
Barreto e también mencionó la universalización de las pensiones para adultos mayores y el aumento de efectivos policiales como factores que incrementaron el gasto público. “Son programas prioritarios, nadie puede objetar eso, pero las finanzas públicas no están preparadas para absorber estos costos”, señaló.
Finalmente, consideró que la dificultad radicó en la falta de coordinación entre las fuentes de financiamiento y la puesta en marcha de los programas. “No sé si puedo llamarle mala gestión, pero claramente no se coordinó adecuadamente”, concluyó.