Juan Marcelo Estigarribia, titular de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco) afirmó este viernes a Última Hora que las casas de cambio que rechacen el peso argentino pueden ser pasibles de sanción.
“Constituye un abuso porque no hay ningún impedimento de la moneda argentina para que pueda comercializarse en nuestro mercado. Además, la naturaleza del negocio como proveedores es la compraventa de divisas y no se pueden negar a eso. Podemos sancionarlos; de hecho, hay sanciones por rechazo de billetes extranjeros al sector”, dijo.
Por su parte, Emil Mendoza, presidente de la Asociación de Casa de Cambios, explicó que muchos países, incluido Paraguay, decidieron no comprar esa moneda debido al revuelo producto de la victoria del presidenciable argentino Javier Milei en las elecciones primarias, que ocasionó una devaluación mayor, según manifestó.
“El candidato Milei, dentro de sus proyectos políticos él tiene la eliminación del banco central de Argentina y la dolarización de su mercado. Entonces, eso trajo un revuelo en la economía argentina y en la economía internacional en la plaza de Argentina y en la plaza nacional y se dio una devaluación pronunciada en los días lunes, martes y miércoles de la semana pasada, que alcanzó el 40 % en tres días”.
“Entonces, qué es lo que pasó en la plaza nacional, no solamente de Paraguay, sino de Brasil, Uruguay, Chile, todos los países, ante esta devaluación pronunciada del peso, muchos optaron por no comprar esa moneda. En la misma Argentina hubo comercios que cerraron sus puertas con el fin de no tomar peso y no vender sus mercaderías, porque si vendían ellos no sabían si es que al día siguiente el peso iba a tener una devaluación del 80 % y con esos pesos no iban a poder comprar sus mercaderías para volverlas a vender”.
Sin embargo, manifestó que la situación ya se regularizó la semana pasada.
“En ese momento de la tormenta económica de la semana pasada, hubo gente que pagaba el peso G. 1 o G. 2, cuando el peso se estaba devaluando todos los días”.
“Pero después eso se fue solucionando, los mercados se regularon y volvieron a la normalidad. Hoy tenemos un mercado normalizado. Hoy se compra a G. 10 el peso y se vende a G. 11”.
