Las principales preocupaciones de los choferes recaen sobre la antigüedad laboral y la estabilidad en caso de cambios de empresas.
Gerardo Giménez, presidente de la Federación de Trabajadores del Transporte, confirmó en una entrevista con que se ha avanzado en la comunicación de sus posicionamientos y reclamos. El “principio de acuerdo” consiste en que los trabajadores presentarían un texto escrito de sus demandas para que el Gobierno lo analice y responda hoy.
Una inquietud fundamental es qué sucede con los trabajadores con años de servicio (por ejemplo, 30 años de antigüedad) si su empresa pierde una licitación o su permiso vence y otra empresa asuma el servicio. Aunque existe el concepto de “pasivo laboral” que debería garantizar la absorción, los choferes alegan que en la práctica esto no se cumple, citando un caso anterior con la Línea 21 San Fernando y la Línea 96.
“Ellos aceptan estos términos, nosotros levantaremos la medida”
Los trabajadores temen “quedar en la calle” y perder su derecho a la jubilación, especialmente aquellos que ya tienen 54 años o más.
Giménez pide que la reforma incluya explícitamente la garantía de que la antigüedad de cada trabajador será respetada y serán absorbidos en caso de licitación y cambio de empresas.
La redacción específica sobre la garantía de respeto a la antigüedad y el pasivo laboral es lo que se espera hoy del Gobierno.
Para muchos choferes de la década de los 90, esta reforma podría significar la pérdida de su derecho a una jubilación digna.