Guido Estigarribia, presidente de la Asociación de Lomiteros del Paraguay, describió un panorama crítico para el sector gastronómico popular, afectado por el aumento de precios en insumos esenciales y una fuerte caída en el consumo. La carne fue el último producto en subir.
“Subió primero la gaseosa, subieron verduras, el huevo se está manteniendo, panes están subiendo, queso subió”, enumeró Estigarribia. El dirigente aseguró que la suba de la carne representó una “fuga significativa” que golpeó directamente el bolsillo de los consumidores. “Ya golpea, imaginate que estamos en noviembre. En diciembre sí o sí va a haber otra suba”, advirtió.
Explicó que las carnes más utilizadas en el rubro lomitero son la de cerdo y la vacuna, ambas afectadas por el encarecimiento. “Son las dos carnes que más se utilizan en mi rubro, tanto para los asaditos como para los lomitos”, señaló. El precio del lomito básico pasó de 23.000 a 25.000 guaraníes en los últimos tres meses. “Hay lomitos de treinta, de treinta y cinco, dependiendo qué le pongan, aderezo, y qué cosas se le agregan”, explicó.
Consultado sobre los productos más vendidos, Estigarribia mencionó al lomito, la hamburguesa y el churrasco. “El lomito es infaltable”, afirmó, aseguró que los clientes ajustaron sus pedidos a porciones más pequeñas. “El tigre se adecua a su bolsillo, de a dos, de a tres, pero ahora es para lo justo, es inferior”, sostuvo.
Lamentó que el movimiento comercial haya caído drásticamente en el año. “Mal. El movimiento bajó, no sé, cincuenta, sesenta por ciento”, estimó. Estigarribia atribuyó la crisis a la situación económica general y a la conflictividad política.
Aseguró que los lomiteros escuchan a diario las quejas de los clientes sobre el encarecimiento de la vida. “Esa es la constante del cliente, que viene y se queja del político, habla de la suba y que no puede comer más”, relató. Estigarribia describió a los lomiteros como confidentes de una ciudadanía golpeada.