“Normalmente ambas personas son infieles, no porque se aburren, sino porque toman el camino más fácil en lugar de dialogar”, afirmó. Segovia indicó que la falta de comunicación es un factor determinante en muchas relaciones. “Hay matrimonios que no hablan de ciertos temas antes de casarse y luego surgen los problemas. No hay herramientas para hablar de lo que me gusta o no me gusta”, expresó.
La especialista sostuvo que la infidelidad se da cuando apareció la desconexión emocional. “Cuando se da una infidelidad ocurre porque comienza a haber poco contacto, los caminos se separan y es más fácil buscar lo inmediato que trabajar en lo que ya tenemos”, explicó.
Segovia cuestionó la percepción cultural que normaliza la infidelidad masculina. “En Paraguay se conoce como algo que está bien, como algo de los hombres, pero nadie evalúa el impacto que tiene en la otra persona”, señaló. Agregó que ser infiel no significó necesariamente dejar de amar a la pareja, sino mostrar una dificultad en sostener la relación.
“Anteriormente se mencionaba que los hombres eran más infieles en un 20 a 25%. Actualmente hombres y mujeres son infieles en la misma proporción, porque la mujer también tuvo un despertar de la feminidad y la libertad”, explicó.