El subcomisario Toribio Arévalos, subjefe de la Comisaría 1ª de Ciudad del Este, relató los momentos de tensión vividos durante el operativo de rescate en el edificio Castillo de Diamante, donde una presunta disputa comercial entre ciudadanos orientales derivó en una de las escenas más sangrientas registradas en la ciudad. El hecho ocurrió en la noche del sábado y dejó cinco muertos, incluido el supuesto agresor, y dos heridos.
“Ingresamos, rompimos una de las puertas, entramos nuevamente en esa humareda, y a paso de tortura llegamos hasta el piso 15”, describió Arévalos. Explicó que la primera escena que encontró fue la de una persona ensangrentada en el pasillo. “Aparentemente, cuando nosotros salimos de ahí, cuando percibimos que había gas, él había salido arrastrándose hasta ahí, pero no pudo continuar porque estaba lleno de heridas con armas blancas”, relató.
El equipo policial y de bomberos procedió a bajar al herido hasta el primer piso sin camilla, cargándolo a pulso. “Fue un esfuerzo enorme que hicimos con todos los compañeros, pero esa persona no sobrevivió”, lamentó el subcomisario. Mientras descendían, los bomberos continuaron el ascenso y lograron rescatar a una mujer y su hija, quienes se encontraban atrapadas en una habitación del mismo piso.
Explicó que el agresor habría planeado incendiar el lugar y huir por el ascensor, pero al percibir la presencia policial, optó por suicidarse. “Podemos presumir que él pensó: ‘la policía me va a atrapar, si explosiono acá, voy a tener que autoeliminarme’. Y optó por esa opción aparentemente”, sostuvo. El agresor abrió el gas y provocó el incendio antes de lanzarse desde el piso 15. “Cayó encima del techo de zinc de un local de venta de comida”, confirmó.
Dos pisos más arriba, los agentes encontraron a otra familia que se había encerrado en su departamento por temor al incendio. “Subimos un poco más, pudimos encontrar a esta persona y procedimos a rescatarla también”, indicó Arévalos. Todos los involucrados eran ciudadanos de origen chino.
El subcomisario detalló la ubicación de los cuerpos hallados en el departamento. “Uno de los cuerpos estaba en la cocina y otro en una pieza, pero en la puerta del baño”, señaló. Según la escena del crimen, las víctimas fueron atacadas de forma sorpresiva. “No pudieron defenderse, todo estaba en su lugar. Quiere decir que había una premeditación”, afirmó.
Los investigadores incautaron un cuchillo tipo Rambo, de uso militar y policial, que no suele encontrarse en hogares comunes. “Este cuchillo es de uso militar policial, no cualquiera tiene en su casa”, explicó Arévalos. El agresor habría atacado primero a una persona, luego corrió hasta otra habitación donde dos víctimas intentaron refugiarse en el baño, pero fueron alcanzadas y asesinadas.
El operativo se extendió durante varias horas y movilizó a bomberos, policías y personal médico. La Fiscalía investiga el caso como un múltiple homicidio seguido de suicidio, y no descarta que el móvil haya sido un conflicto comercial entre empresarios del rubro de telefonía celular que compartían oficinas y alojamiento en el edificio.