La exsenadora Desirée Masi desglosó la problemática y reveló que la carga horaria extenuante y la falta de recursos han convertido a los hospitales en escenarios de sobreexplotación para los jóvenes profesionales de la salud. “Yo creo que no evolucionó casi para nada”, afirmó Masi, comparando la situación actual con la que ella misma vivió hace más de 30 años.
Masi lamentó el fallecimiento del médico y explicó que la problemática no solo responde a cuestiones reglamentarias, sino a la práctica diaria dentro de las unidades formadoras. “Una cosa es el reglamento, otra cosa es la práctica. Después cada unidad formadora o cada hospital que forma residentes hace sus propias reglas”, sostuvo.
La exsenadora recordó que, en su época, el horario de salida posterior a una guardia era a las 5 de la tarde, mientras que el reglamento actual establece que los residentes pueden retirarse al mediodía, pero solo si han cumplido con todas sus obligaciones y entregado a sus pacientes. “Será considerado falta grave el residente que abandone el servicio sin haber cumplido con las tareas previstas”, explicó Masi.
El reglamento establece que la jornada laboral no debe superar las 29 horas seguidas, pero la exsenadora asegura que en la práctica esto es una norma incumplida en la mayoría de los hospitales. “Esto está en letras muertas en la mayor parte de los hospitales”, enfatizó.
Según Masi, los residentes deben ocuparse de múltiples responsabilidades que en teoría deberían ser asumidas por otras áreas del hospital, pero debido a la precariedad del sistema, terminan recayendo en ellos. “Mucho del trabajo del residente es por una cuestión social del país, porque no hay insumos”, afirmó.
La exsenadora denunció que los jóvenes médicos no solo deben lidiar con la exigencia de las guardias, sino también con la falta de recursos. “Tenés al encargado rogando a ver que haya insumos, viendo que no andan tomógrafos, si es que tienen tomógrafos en el hospital, conseguir un estudio fuera del hospital, conseguir la ambulancia”, relató.
En condiciones ideales, estas gestiones deberían ser asumidas por asistentes sociales o trabajadores administrativos, pero en la práctica, recaen en los internos y residentes. “Toda esa tarea hacen los internos o hacen los residentes”, sostuvo.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud sigue bajo presión para abordar las denuncias sobre maltrato, exceso de carga horaria y falta de insumos en los hospitales públicos. La tragedia dejó en evidencia una realidad que los profesionales de la salud han denunciado por años: las residencias médicas en Paraguay continúan operando bajo condiciones insostenibles.