El secretario general de la FAP, Rogelio Delgado, calificó el hecho como “una situación peligrosa” y confirmó que la asociación presentó una denuncia penal para exigir una investigación fiscal profunda.
“No solamente es contra los futbolistas del Olimpia. Este tipo de violencia no tiene que haber en una sociedad medianamente decente”, expresó. El dirigente explicó que los responsables actuaron bajo efectos de sustancias, lo que agrava el nivel de inconsciencia y riesgo. “Estos fanáticos se mueven con combustibles que afectan su conciencia. Hoy es esto y mañana no podemos saber qué puede pasar”, advirtió.
El hecho ocurrió durante el fin de semana, cuando desconocidos a bordo de una motocicleta se acercaron a las viviendas de los jugadores y escribieron amenazas en las paredes. En el caso de Derlis González, los agresores pintaron la frase “Ganen o plomo”, lo que generó alarma en el entorno deportivo y social.
La FAP tomó conocimiento del hecho y actuó de inmediato, presentando pruebas documentales, fotos y videos de cámaras de seguridad, además de testimonios de vecinos. “Ni bien nos enteramos del tema lo hicimos. Presentamos todas las pruebas. Estamos decididos a monitorear el desarrollo de la investigación para llegar a los responsables”, afirmó Delgado.
Delgado confirmó que la denuncia penal fue presentada en Mariano Roque Alonso, donde reside Derlis González. En el caso de Richard Ortiz, la FAP aún no logró comunicarse con él, aunque Paulo Da Silva, presidente de la asociación, intentó contactarlo para coordinar la denuncia correspondiente en San Lorenzo.
“Por un tema de jurisdicción se tenía que hacer la denuncia en San Lorenzo. Nosotros no pudimos comunicarnos con él, pero estamos siguiendo el caso”, explicó Delgado. La FAP reiteró su compromiso de acompañar el proceso judicial y exigir garantías para los futbolistas.
Consultado sobre el perfil de los agresores, Delgado sostuvo que se trata de fanáticos movidos por sustancias. “Son fanáticos que están movidos por alcohol y por drogas. Es fruto de la tremenda inconsciencia”, afirmó.
El dirigente advirtió que los futbolistas están sometidos a la presión de los resultados, pero que ninguna exigencia deportiva justifica amenazas o violencia. “Uno sabe por experiencia que los futbolistas están sometidos a la variable de los resultados. Pero esto no puede escalar a este nivel”, enfatizó.