Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de evaluación de ofertas de empresas interesadas en ejecutar la construcción, tras una licitación pública interna.
Se espera que el inicio de la obra pueda darse a mediados de septiembre, una vez que se completen las evaluaciones, se obtenga la licencia ambiental y se asegure el financiamiento.
Según los estudios socioeconómicos realizados por el MOPC, la autopista elevada promete un ahorro de media hora en el tiempo de viaje a través de Luque. La población beneficiada se estima en 477.000 personas.
Calmejani explicó que, de esta cifra, aproximadamente 259.000 personas circulan por Luque y se quedan en la ciudad, mientras que el resto utiliza la vía de paso hacia otras localidades.
La autopista ofrecerá una opción alternativa a quienes solo buscan cruzar Luque, permitiéndoles utilizar la vía elevada y así reducir el tráfico en las calles internas de la ciudad, mientras que las vías actuales seguirán habilitadas para el tránsito local.
El costo estimado de esta interconexión vial oscila entre los USD 180 a 200 millones. La financiación de la obra provendrá principalmente del peaje. La proyección es que el 100 % de lo recaudado en un nuevo peaje en la “Ecovía” (parte de esta interconexión), sumado al 30 % del costo de peaje de Ypacaraí y Nueva Londres.
Un aspecto clave del proyecto es que el viaducto elevado utilizará exclusivamente la franja de dominio del ferrocarril, propiedad del Estado paraguayo. Esto significa que no se realizarán expropiaciones de propiedades de terceros, pero en esa franja existen numerosas construcciones importantes de familias. Sus ocupantes serán indemnizados por las mejoras realizadas en sus propiedades, calculadas a precio actual de mercado y no al costo histórico de construcción.
