Rivarola afirmó que el mandatario dio señales de “ignorancia, real o fingida” sobre el significado de la democracia, y acusó a su administración de gobernar exclusivamente para una élite económica aliada al oficialismo.
“Democracia es tolerancia, es aceptar al que piensa distinto, es escuchar al otro”, declaró Rivarola, quien consideró que el discurso presidencial no reflejó comprensión de esos principios esenciales. “Peña viene de una familia liberal y cívica, y terminó convertido en colorado cartista, seguidor de alguien que nunca hizo política ni fue demócrata, como Horacio Cartes”, afirmó.
Consultada sobre el grupo beneficiado con las políticas del Ejecutivo, Rivarola se refirió a datos del Latinobarómetro, que en sus estudios sobre América Latina pregunta regularmente “para quién se gobierna”. “La respuesta desde 2012 es: para los poderosos. Y ese porcentaje subió en los dos últimos informes”, sostuvo.
Denunció que la fracción del empresariado vinculada al sistema financiero obtuvo los mayores beneficios bajo el actual gobierno. Mencionó especialmente la emisión descontrolada de bonos por parte del Estado, lo que generó un aumento alarmante en la deuda externa. “Ese proceso comenzó con Federico Franco, pero se disparó bajo Peña, y se acompaña de grupos privados vinculados al propio entorno del presidente, que replican el mismo modelo desde el sector bancario”, explicó.
Para la analista, el único logro visible fue la desaparición de las disputas internas en el Partido Colorado, históricamente conocido por su fragmentación. “Ya no se pelean más entre colorados, pero no es mérito de Peña, sino del peso de la hegemonía de Horacio Cartes”, sostuvo.
Describió al presidente como “una pieza más dentro de un juego de ajedrez, donde fingen ser distintos, pero son lo mismo”. Aseguró que esa paz partidaria no se tradujo en avances para la ciudadanía, ya que “no hubo mejoras en seguridad, educación, salud, ni finanzas. Ni en bienestar social”, resumió.
En cuanto a los sectores que respaldan la gestión del presidente, Rivarola identificó a los altos funcionarios, concesionarios del Estado, ministros y otros actores cercanos al poder. “Están cómodos los que reciben licitaciones y cargos. Pero ni siquiera el empresariado está entusiasmado, porque tradicionalmente se llevan bien con cualquier gobierno”, señaló.
La analista concluyó que la falta de un modelo inclusivo y el desdén hacia la pluralidad política ponen en duda el compromiso del Ejecutivo con la democracia representativa. “Incluso quien no tiene votos debe tener voz, ese es el fundamento democrático que Peña no mostró entender”, enfatizó.