Una mujer identificada como María (nombre ficticio), familiar de una interna del nuevo penal de mujeres de Emboscada, denunció públicamente una serie de irregularidades en el funcionamiento del centro penitenciario. La denunciante cuestionó la diferencia entre la imagen institucional que se difunde en redes sociales y la realidad que viven las personas privadas de libertad.
“La comida es cualquier cosa, no es el plato de comida que publica el Ministerio”, afirmó María. La mujer aseguró que los alimentos no alcanzan para todas las internas y que la calidad es deficiente. “La comida no alcanza para todas y es cualquier cosa”, reiteró. También denunció que el suministro de agua no es constante. “No tienen agua las 24 horas”, sostuvo.
María relató que intentó agendar una visita, pero se encontró con obstáculos administrativos. “Fuimos al nuevo penal de Emboscada de mujeres y fue imposible hacer el registro”, explicó. Según indicó, se habilitaron dos números telefónicos para coordinar las visitas, pero las llamadas no fueron respondidas. “Se habilitaron dos números para llamadas y no entran las llamadas”, denunció.
Ante la falta de respuesta, la mujer decidió presentarse personalmente en el penal. “Fuimos a probar suerte y no nos dejaron ingresar”, relató. María afirmó que el personal del establecimiento se limitó a decir que cumplía órdenes. “Lo único que te dicen es que ellos cumplen órdenes”, expresó.
La denunciante reconoció que la infraestructura del nuevo penal es superior a la de otros centros penitenciarios, pero aseguró que eso no se traduce en mejores condiciones de vida para las internas. “La infraestructura es mejor, pero es mentira que están mejor”, afirmó. María insistió en que la situación dentro del penal no coincide con la imagen institucional que se proyecta. “No todo es color de rosa como muestran en las redes”, puntualizó.