Durante la sesión de la Comisión Bicameral de Presupuesto celebrada este jueves en el Congreso, la senadora Celeste Amarilla (PLRA) confrontó al presidente de Petróleos Paraguayos (Petropar), Eddie Jara, por una serie de escándalos que, según afirmó, afectan la credibilidad de la empresa estatal. El eje del cuestionamiento giró en torno a denuncias sobre presuntas desvinculaciones de funcionarias por motivos ligados a su apariencia física y a la influencia de la diputada Johana Vega (ANR), pareja del titular de la petrolera.
La senadora criticó el uso del presupuesto destinado a potenciar la marca de Petropar, señalando que la conducta del presidente contradice ese objetivo. “Le dije que ellos estaban gastando en potenciar la marca, tienen un presupuesto enorme para eso. Le dije, bueno, usted no colabora en nada con la imagen de Petropar, porque la imagen también se construye sobre la cabeza, de la persona física”, afirmó.
Amarilla enumeró los episodios que, a su criterio, empañaron la gestión de Jara. “Escándalo en escándalo: que primero estaba con Cartes, luego se va a la empresa de Cartes, luego vuelve a la empresa pública, luego se hace socio del Centenario con protesta de los socios, luego su escándalo amoroso, luego echa empleadas, luego viaja a Doha”, detalló. La senadora consideró que Jara no supo administrar los privilegios del poder. “Muchísima gente no sabe administrar esas pequeñas cosas que te da el poder”, reflexionó.
La legisladora también ironizó sobre la ostentación de algunos funcionarios públicos. “En la Cámara hay senadores que le esperan dos, tres funcionarios en el estacionamiento, y el senador se baja de la camioneta como un cónsul romano. El chofer le da el termo, el portafolio, la computadora, y ellos llevan. El senador entra sin nada en la mano”, relató. Amarilla contrastó esa actitud con su propia experiencia. “A mí me molesta tener guardia, pero hasta el vecino me amenaza, entonces me genera un poco de miedo”, confesó.
Ante los cuestionamientos, Jara reconoció que se expuso y que algunas críticas eran válidas. “Creo que le dio un poco de vergüenza. Me dijo que sí, que tenía razón, que se había expuesto”, relató Amarilla. El presidente de Petropar negó que las desvinculaciones hayan respondido a presiones externas o criterios de apariencia física, y aseguró que solo una funcionaria fue despedida por motivos de desempeño.