Lezcano calificó la medida como exagerada y desproporcionada, y pidió reglas claras y sanciones proporcionales.
“Nosotros nos quedamos preocupados ayer cerca de la tarde cuando en una conferencia de prensa, que me pareció exagerada, se anunció el cierre de una cadena de tiendas”, afirmó. El dirigente explicó que el anuncio generó confusión y temor en el sector, ya que no se especificó si se trataba de una suspensión total o de prohibiciones puntuales. “Nos quedamos paralizados, asustados por el impacto. Para nosotros, cierre ya es la falta más grave que uno puede tener”, sostuvo.
Reconoció que pueden existir errores administrativos en algunos locales, pero insistió en que las sanciones deben aplicarse en justa medida. “Entendemos que alguno de nuestros asociados puede tener alguna equivocación, error, llamémosle X, que sea también sancionado o castigado en la justa medida”, expresó.
El presidente de Capasu cuestionó que faltó claridad en la comunicación oficial, y que no se respetó el debido proceso antes de aplicar una medida tan severa. “Nos preocupa que una secretaría, por faltas administrativas, tenga sanciones desproporcionales”, advirtió.
Informó que Capasu, junto a otros gremios, envió una nota al Ministerio de Industria y Comercio solicitando una reunión para revisar la reglamentación vigente de Sedeco, que consideran ambigua y excesiva. “La reglamentación de Sedeco fue un poco gris. Por ejemplo, una diferencia de precios entre góndola y caja de 500 o 2.000 guaraníes puede terminar en una multa de 50 o 100 millones”, denunció.
El dirigente explicó que la falta de criterios claros genera inseguridad jurídica, y que el sector necesita saber qué tipo de sanción corresponde a cada infracción. “Queremos que haya una reglamentación más clara, que diga: por esta falta tenés hasta este tipo de sanción”, afirmó.
Lamentó que la suspensión haya afectado a toda la cadena, cuando solo algunos locales presentaron irregularidades. “Ayer hubo 8, 5, 10 locales con problemas, pero cerrar toda la cadena ya fue para nosotros algo muy grave”, sostuvo.
El presidente de Capasu explicó que un cierre total implica lucro cesante, paralización de operaciones y afectación directa al personal. “La máquina para y no se sabe hasta cuándo. Tenés todos los personales que están ahí, toda la operación que se queda en stand-by”, concluyó.